Este es el significado de todas tus pesadillas

¿Por qué tenemos pesadillas? Si sueles tener sueños que te angustian, probablemente sea por esto. 

A la mayoría de nosotros nos apasiona el mundo de los sueños. La interpretación de lo que soñamos suele ser una intriga y a la vez una muy buena forma de pararnos a pensar sobre nosotros mismo, lo que nos preocupa o lo que de verdad deseamos. En alguna ocasión hemos hablado de los sueños que más se repiten y su significado, pero hoy queríamos centrarnos en esos sueños que a nadie nos agrada tener: las pesadillas. Los especialistas en analizar los trastornos del sueño, como por ejemplo, la Asociación Psicoanalítica Estadounidense, aseguran que no es tan complicado interpretar los sueños ya que son más literales de lo que se puede imaginar. De esta forma, si analizas tus pesadillas más comunes, te darás cuenta de que todas significan exactamente lo mismo: tienes ansiedad. Entre estas pesadillas comunes podemos incluir la de ser perseguido y no parar de correr, la de llegar tarde a algo muy importante, la de caerse desde un sitio alto o incluso otras más recurrentes como mostrarte desnudo en público o que se te caigan los dientes. Todos estos sueños nos provocan miedo, intranquilidad o inseguridad. Según estos expertos, la clave a la hora de analizar un sueño es centrarnos en nosotros mismos y en nuestro papel en el sueño. Por ejemplo, si en la pesadilla apareces delante de un montón de gente, no debes preguntarte qué o quién te llevó a estar, sino qué te provoca a ti el estarlo. Por otro lado, es bueno centrarnos en el aspecto más literal del sueño ya que, la mayoría de las veces, podemos descubrir así de dónde viene o qué sentimiento es el que lo provoca. Por ejemplo, si apareces en una pesadilla, probablemente tu ansiedad esté relacionada con el hecho de sentirte emocionalmente expuesto. Otro aspecto importante de los sueños es que nunca significan exactamente lo mismo para dos personas, por lo que tenemos que analizarlos desde nuestro punto de vista y aprender así a interpretar nuestras emociones y a conocernos a nosotros mismos de una forma más profunda.

Si alguna vez te has preguntado por qué tenemos pesadillas, prueba a preguntarte por qué las tienes tú. Puede ser una buena forma de solucionar algunos problemas.