La modelo que perdió una pierna por un tampón perderá la otra
Esta modelo perdió una pierna por un tampón y ahora le amputarán también la otra.
Lauren Wasser tenía solo 24 años cuando sufrío lo que se conoce como síndrome de shock tóxico a causa de un tampón. Lauren se levantó una mañana y se colocó un tampón para ir a trabajar como solía hacer cuando tenía la menstruación. Después de una larga jornada, llegó a casa muy cansada y solo quería dormir. Al cabo de varias horas, su madre no conseguía localizarla y pidió a una amiga que fuera a su casa. Allí la encontró inconsciente y la trasladó inmediatamente al hospital, donde le dijeron que había sufrido un síndrome de shock tóxico (TSS) causado por el tampón.
Aunque el TSS es muy poco frecuente, puede ocurrir si se pasa demasiado tiempo con el mismo tampón o si su nivel de absorción es demasiado alto. Lauren estaba tan cansada, que se quedó dormida sin cambiar su tampón después de toda la jornada de trabajo.
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Como consecuencia de esto, la infección llegó a su pierna derecha y le provocó gangrena, por lo que los médicos tuvieron que tomar la dura decisión de amputársela para poder salvar su vida.
Cinco años después de esto, la modelo californiana ha anunciado que tendrán que amputarle también la pierna izquierda. “Dentro de unos meses, inevitablemente, me amputarán la otra pierna. No hay nada que hacer al respecto”, contó en un entrevista a InSyle. Cuando sufrió el TSS, había una pequeña parte de su pierna izquierda afectada, pero los médico quisieron conservarla e intentar que se recuperara. Tristemente, eso no ha sido posible y no amputarla empieza a ser peligroso.
Desde que le ocurrió esto, Lauren ha estado luchando para que exista una ley que obligue a las marcas de tampones a advertir de los efectos que pueden llegar a tener, así como a cambiar su composición para evitar utilizar productos químicos que puedan ser peligrosos. La ley ha sido rechazada hasta 10 veces.
El caso de esta modelo que perdió la pierna por un tampón dio la vuelta al mundo y ahora volverá a hacerlo cuando le amputen la otra. Ahora, su única esperanza es que su caso sirva al menos para que ninguna otra mujer sufra el TSS.
