La mujer más rica del mundo
La mujer más rica del mundo
MacKenzie Bezos, la próxima ex mujer del importante dueño de Amazon, Jeff Bezos, está a punto de convertirse en la mujer más rica del mundo. Recientemente, el fundador de Amazon y su mujer han decidido divorciarse de mutuo acuerdo pero ahora, van a tener que repartirse la gran fortuna que han ganado en los últimos años. MacKenzie y Jeff se convirtieron en marido y mujer hace mucho tiempo, allá por 1993.
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Según los datos oficiales, el matrimonio tiene un patrimonio económico de 164.000 millones de dólares (que si lo traducimos a euros, se nos queda en la nada desdeñable cifra de 142.000 millones de euros, con esta cifra puedes pagar con creces el alquiler para el resto de tu vida, comprarte todos los vestidos que quieras y no tener que volver a trabajar. Resulta curioso que, mientras el jefe del cotarro ha conseguido amasar una fortuna tan grande, sus miles de trabajadores en todo el mundo tienen que sufrir salarios muy bajos y dificultades muy grandes para llegar a fin de mes con algo de dinero. También, para conciliar su vida personal y profesional.
Su próxima ex mujer, MacKenzie, tiene tanto derecho como él a tener acceso a la gran fortuna pues también contribuyó sobremanera a la creación de este gran imperio del comercio electrónico que factura miles de millones a lo largo y ancho del mundo. MacKenzie tiene 48 años (su marido cumple estos días 55 años) y está a punto de convertirse en la mujer más rica del mundo.
En un mundo patriarcal como el que vivimos, la forma de convertirse en la mujer más rica del mundo es divorciándose del hombre más rico del mundo. Cuando en un par de generaciones las mujeres consigan la igualdad real con los hombres, un feminismo real que tanto ansiamos conseguir las mujeres espabilidades, entonces, las mujeres podrán amasar enormes fortunas por sus propios medios y no divorciándose o heredando. Los hombres tampoco es que hagan fortuna con medios lícitos y es que realmente nadie se hace rico a fuerza de trabajar respetando los derechos humanos de los trabajadores.
La pareja se conoció poco antes de casarse, pues anteriormente las personas se casaban (y se cansaban) muy pronto para no vivir en pecado. Hoy en día, las personas se casan por amor (o por tener una boda bonita con la que presumir ante la gente) y no para escapar del pecado. Jeff y MacKenzie se conocieron en 1992 y ya estaban casados en 1993, todo muy rápido. Se conocieron en su puesto de trabajo, pues ambos dedicaban su jornada laboral a trabajar mucho para un fondo de inversión de esos que se dedican a multiplicar la riqueza de los más ricos. Aunque se conocieron cuando los dos estaban trabajando, sí que habían estudiado ambos en la misma Universidad: la prestigiosa universidad de Princetown. Como estudiaron carreras diferentes, no coincidieron demasiado: él estudió ingeniería eléctrica y ciencias informáticas y ella estudió filología inglesa. Ella sacó muy buenas notas, siempre.
Jeff Bezos nunca fue demasiado guapo pero siempre tuvo mucho dinero, siempre fue muy rico así que MacKenzie tuvo que declarar a la prensa, para disimular, que se había enamorado de su sonrisa.
Poco después de casarse, empezaron a vivir en un piso de alquiler. Sus inicios fueron muy precarios, bueno, hoy en día hasta es un lujo disponer de la capacidad económica necesaria para poder alquilar un piso y vivir de alquiler. Los días, semanas, meses y años pasaron y el matrimonio Bezos consiguió acabar con la industria retail y destruir todo el comercio de las ciudades. Cientos de miles de puestos de trabajo en tiendas se perdieron y ellos ya tienen una gran mansión en la ciudad donde empezaron viviendo de alquiler, Seattle. Además, tienen otras casas en ciudades como Los Ángeles, Washington, Nueva York o Texas. Eso sí, han dedicado unas cuantas monedas de su gran fortuna valorada en más de 160.000 millones de euros (calculamos que mientras redactamos este artículo, han ganado ya un millón de euros) a la filantropía y a ayudar a los más necesitados. No sabemos si sus propios trabajadores han recibido este aguinaldo o se tienen que conformar con conseguir los cupones de comida que ofrece el Estado.
Amazon empezó siendo una librería, que hizo temblar a todo el sector editorial y las librerías están en peligro de muerte desde entonces, aunque algunas se mantienen vivas gracias a la venta de cafés y copas de vino. En cualquier caso, las personas han dejado de leer y pasan más tiempo que nunca perdiendo el tiempo con el móvil. ¡Si tú, querida lectora, has llegado leyendo hasta aquí pues me pondré muy contenta! Sin embargo, ahora la empresa Amazon ya vende de todo, todo lo que se pueda vender y lo que no se pueda vender, pues también lo vende por si acaso.
Con el anuncio del divorcio del matrimonio Bezos, las acciones de la gran empresa de comercio electrónico cayeron un poco en bolsa. Pero no pasa nada, todo saldrá bien, las aguas siempre vuelven a su cauce. Seguirán siendo el matrimonio más rico del mundo, cada uno por su lado y pronto encontrarán el amor aunque en los últimos días ya se ha descubierto que Jeff Bezos había encontrado muchos tipos de amor mientras su matrimonio hacía aguas. Menos mal que existe Amazon. Mucha gente ya no sabría qué hacer sin él: tendrían que bajar a alguna tienda, pero pronto no quedará ninguna.
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