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Lo que esta enfermera aprendió sobre el cuidado de su piel y su cuerpo durante la menopausia

olay regenerist

Kelly O'Doherty, enfermera de partos con sede en Carolina del Norte, empezó a experimentar palpitaciones a finales de los 30. "Había oído que podía ser algo hormonal, así que me pregunté si tendría algo que ver con la menopausia y la perimenopausia", dice. Visitó a un cardiólogo del hospital donde trabajaba y éste descartó que las palpitaciones fueran ansiedad o el resultado de beber demasiada cafeína: "Ya sabes, la típica mujer que se deja de lado y no se toma en serio", dice. Más tarde descubrió que estaba experimentando la menopausia.

Aunque la menopausia prematura no suele producirse hasta mediados de los 40, puede ocurrir antes, aunque sólo en el 1% de las mujeres. Aun así, O'Doherty compartió sus sospechas con varios médicos; todos la descartaron por ser demasiado joven para pasar por el cambio, a pesar de que su madre había pasado por la menopausia a una edad temprana. "Empecé a tener brotes de nuevo, como una adolescente", dice. A esto le siguieron sudores nocturnos, un olor corporal inusual, niebla cerebral y un empeoramiento de la ansiedad.

No fue hasta ocho años después, cuando un médico accedió a realizarle pruebas hormonales, cuando supo que había estado en lo cierto. A los 46 años, ya era posmenopáusica.

A sus 50 años, O'Doherty ha dedicado su presencia en las redes sociales a ayudar a otras mujeres a liberar su potencial. Aquí comparte parte de su sabiduría, concretamente cómo aprendió a cuidar su piel y su cuerpo desde la perimenopausia hasta la posmenopausia.

Daba prioridad a la salud de mi piel".

Al experimentar los síntomas de la menopausia, O'Doherty cambió su enfoque del cuidado de la piel: "No utilicé protección solar hasta mediados de los 40", admite. "Muchas mujeres tienen problemas de melasma y decoloración, como manchas solares durante la menopausia", dice. La protección solar se convirtió en su línea de defensa contra esos problemas de pigmentación: "También solía no lavarme la cara y me iba a la cama con el maquillaje puesto", dice. Como enfermera, veo mi piel como una protección. Quiero mantenerla sana", añade.

Me centré en la hidratación por dentro y por fuera.

Entre la sudoración excesiva por los sofocos y la sequedad de la piel por la disminución de los niveles de estrógeno, mantenerse hidratada es vital durante la menopausia. Además de aumentar su ingesta de agua, la aplicación de una rica crema hidratante se convirtió en un paso clave en la rutina diaria de O'Doherty. "Siempre he tenido la piel seca, pero durante la menopausia se volvió aún más seca", dice O'Doherty. "Noté que mi piel se agrietaba", dice. "Me fui a la cama por la noche con una pomada muy espesa en la piel".

La hidratación en capas es un hábito que ha mantenido. Su crema favorita para el rostro por la mañana es Olay Regenerist Vitamin C + Peptide 24 MAX Face Moisturizer. Está llena de vitamina C, péptidos y niacinamida para ayudar a iluminar y uniformar el tono de la piel, proporcionar una hidratación de 24 horas y mejorar visiblemente las arrugas. "Se aplica suavemente y no tiene un olor fuerte, lo que me gusta", dice O'Doherty. "Noto que mi piel se ve más brillante".

Por la noche, utiliza la crema hidratante facial Retinol 24 Max de Olay: "Me encanta que esta crema hidratante sea algo espesa y que tenga la cantidad justa de retinol para que sea eficaz, pero que no cause irritación en mi piel sensible", explica. El retinol es un ingrediente que desearía haber empezado a utilizar antes para combatir los signos de envejecimiento de la piel que aparecen con la menopausia: "Empiezas a ver que la elasticidad de tu rostro se reduce", dice. Ahora emplea el retinol para ayudar a la firmeza y mejorar la textura de la piel y la apariencia de las arrugas.

Hice ejercicio con regularidad y añadí proteínas a mi dieta".

O'Doherty descubrió que sudar, ya sea corriendo, levantando pesas o bailando, le ayudaba a sentirse y a tener un mejor aspecto durante la menopausia. También empezó a prestar más atención a su dieta y añadió proteínas magras a las comidas: "Las proteínas son muy importantes para las mujeres durante la perimenopausia y la posmenopausia porque perdemos masa muscular", dice.

Un estudio reciente (en el que participó O'Doherty) descubrió que, debido a esta disminución, así como a las fluctuaciones del metabolismo, puede ser beneficioso para las mujeres consumir proteínas y desarrollar fuerza en la perimenopausia para mantener la masa muscular, la densidad ósea y la energía.

No tenía miedo de hablar de mi experiencia.

"Todo el mundo habla de los sofocos, pero hay muchos otros cambios", dice. Para O'Doherty era importante conversar con otras personas que estuvieran pasando por la menopausia, con personas que hubieran pasado por ella y con personas más jóvenes que estuvieran empezando a vivirla. Ahora, se abre a sus seguidores en una serie de redes sociales que llama "Meno Minutes".

He encontrado al médico adecuado.

"Creo que los médicos se centran en los años reproductivos y no hay suficiente atención a los años de juventud -el inicio del ciclo menstrual- o al otro extremo. Necesitamos más información", dice.

Su historia es un ejemplo de lo importante que es tener un médico que se tome en serio tus preocupaciones: "Si crees que puedes estar pasando por la perimenopausia o lo estás pasando mal con los síntomas y tu médico no te escucha, es hora de buscar otro médico", dice.

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