Mambas negras: las mujeres que luchan contra la caza furtiva
Las mambas que conocíamos hasta ahora eran esas temibles serpientes capaces de capturar y liquidar a sus presas en pocos segundos. Las que os vamos a presentar son mucho más amigables, siempre que no seas un cazador furtivo.
En Suráfrica el número de animales muertos a manos de cazadores furtivos aumenta cada día, acercando, con cada una de esas pérdidas, el día en que desaparezcan por completo los elefantes, leones o rinocerontes. Las autoridades de las zonas afectadas tratan de modificar políticas para atajar el problema con más o menos éxito, pero es indiscutible que hay que resolverlo cuanto antes.
El grupo de las Mambas Negras surgió de una iniciativa de los funcionarios de la Reserva Natural de Balule. Nunca se pensó que fuese a ser un grupo exclusivo de mujeres, aunque sí de residentes locales que no cuentan con grandes oportunidades de trabajo. Gracias a esta propuesta, se garantizaba un empleo a los vecinos y se protegía la vida silvestre.
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Desde el año de su creación, 2013, estos grupos de Mambas han extendido su vigilancia por más de 400 kilómetros cuadrados, por los que han conseguido destruir más de diez campamentos de cazadores furtivos y tres lugares ilegales donde se cocinaba carne de animales salvajes. Gracias a ellas, en lo que llevamos de año, no se ha asesinado a ningún rinoceronte.
Además de estas labores, se dedican a educar a los más pequeños sobre la importancia de proteger la flora y la fauna de su país. Incluso, a través de charlas, conciencian a las distintas comunidades residentes en la zona de los beneficios del uso sostenible de sus recursos.
En 2015 fueron galardonadas con el premio Campeones de la Tierra, otorgado por las Naciones Unidas, pero no es suficiente. A través de su web podemos ayudar a este colectivo económicamente o bien difundiendo su labor.