“Me alegro de tener un trastorno alimentario”, el peligroso testimonio de una periodista
Liz Jones, la periodista que está hablando abiertamente de su anorexia: “me alegro de tener un trastorno alimentario”.
La periodista británica Liz Jones está sembrando la polémica desde su columna en el Daily Mail. En ella cuenta su experiencia sufriendo un trastorno alimentario, pero sus opiniones son todo un peligro para adolescentes susceptibles de sufrir este mismo problema. “Espantoso, lo sé, pero a veces me alegro de tener un trastorno alimentario”, escribía un día.
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Ser gemelo alimentó mi trastorno alimentario. Me llevó una década recuperarme. En el fútbol femenino nunca hubo un momento adecuado para tener un bebé, me alegro de que los tiempos hayan cambiado".
Su enfermedad no es nueva. Jones lleva casi 50 años sufriendo anorexia y no parece hacer nada por curarse. En vez de eso, recurre a la glamurización de la enfermedad, una de las cosas más peligrosas para los jóvenes que sufren este tipo de enfermedades.
En internet se pueden encontrar cientos de páginas y blogs dedicados a la anorexia en el que adolescentes se dan trucos y consejos entre ellos para evitar comer, o para que sus padres no los descubran tirando la comida. Que mujeres con una visibilidad como Jones recurran a hacer apología de esta grave enfermedad supone sin duda una amenaza aún más grave.
“Mi larga lista de cosas que no como viene de un miedo a engordar. Me hice vegetariana para evitar el asado del domingo de mi madre: primero vino la vanidad, luego la ética”, publicaba en su columna del pasado 12 de marzo.
Si queremos acabar con el problema de la anorexia y la bulimia habrá que hacer algo más que mostrar a los jóvenes impactantes fotos de cuerpos demasiado delgados y enfermizos. Habrá que tratar también el origen del problema, el cual está en razonamientos como el de Liz Jones, en los que muchas adolescentes acomplejadas pueden verse reflejadas y respaldadas.
“Nunca he tenido suficiente IMC para ovular, así que ni hablar de quedarme embarazada. No tengo amigos porque mucha gente solo imagina quedar si se puede masticar” contaba en una columna de octubre. “Mi adicción a no comer es más dura que cualquier otra”.
¿Por qué se permiten que Liz Jones hable así de la anorexia en un medio al que todo tipo de jóvenes tiene acceso?
