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Sanación energética a distancia: ¿Funciona realmente?

El trabajo energético es algo misterioso.

Si no lo has experimentado, puede que seas escéptico. Si lo has hecho (una mente y un corazón abiertos son requisitos indispensables), conocerás la sensación de ligereza y flotación que sigue durante días, semanas o incluso meses. A veces, de una sola sesión surge toda una vida de cambios, pero suele requerir un poco de trabajo constante.

Para aquellos de nosotros que todavía estamos un poco confusos sobre lo que implica la sanación energética, también conocida como Reiki, la sanadora de Reiki, lectora de Registros Akáshicos y guía intuitiva de ALTYR, Yisbel Zamora, nos lo aclara.

"Todo en la vida es energía. NOSOTROS somos energía, desde la materia más básica que se mueve constantemente y genera vibraciones hasta nuestros pensamientos y emociones. El Reiki, que es una forma de sanación energética, busca restablecer el equilibrio y la armonía dentro del cuerpo y los campos energéticos.

"Cada experiencia que vivimos puede dejar una huella energética en nuestro biocampo y, como el cuerpo tiene la capacidad natural de curarse a sí mismo, podemos deshacernos de la mayoría de las cosas. Pero a menudo, demasiados estímulos iguales -como el estrés cotidiano o los sucesos traumáticos- pueden alterar nuestra forma natural de ser. Construimos defensas para adaptarnos a nuestro entorno, alejándonos de nuestra expresión más pura, y nuestra frecuencia única se distorsiona. El trabajo energético busca eliminar esa alteración en tu energía y acercarte a la realineación".

Para experimentarlo en persona, un profesional cualificado acude a tu espacio sagrado( los profesionales deALTYR pueden desplazarse hasta ti, si lo deseas) o te invita a un espacio limpio y sanador en una de sus sedes. La presencia del sanador es calmante, protectora y tangible.

"Los practicantes de Reiki canalizan energía de vibración superior a través de su chakra corona. La llamamos Energía de la Fuerza Vital Universal. Fluye a través de nuestros cuerpos y sale de nuestras manos hacia el cuerpo/campo energético del cliente. Esta corriente de energía pura sustituye a las energías negativas o de baja vibración y recalibra los centros energéticos hiperactivos/de baja vibración del cuerpo o chakras, restaurando el campo energético del cliente a su estado armonioso natural. Al devolver al cuerpo a su resonancia natural, le damos espacio para que empiece a curarse a sí mismo."

Eso está comprobado. Pero lo que es más difícil de comprender es que el trabajo de sanación puede hacerse a distancia. No tenemos que estar en presencia física del practicante de Reiki para experimentar resultados profundos. Yisbel puede explicarlo:

"La sanación Reiki no está confinada por el tiempo o el espacio y puede ser enviada a cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Una vez que se establece la intención y el cliente está dispuesto a recibirla, la energía Reiki fluye a través de las corrientes energéticas existentes de forma natural hacia el receptor previsto, de la misma manera que la energía fluye a través de una señal telefónica o Wi-Fi. La magia reside en la intención de enviar y la intención de recibir".

Eso es parte de los prerrequisitos de los receptores de una mente abierta y un corazón abierto. Si bloqueamos mentalmente la intención y la energía entrantes, es como si hubiéramos retraído nuestra antena para recibir. Pero, ¿cuánto podemos esperar realmente de una sesión de Zoom?

"Los resultados en persona o a distancia son exactamente los mismos. Hemos visto todo tipo de mejoras, desde cambios en el bienestar mental y emocional hasta un mayor sentido de propósito, pasando por cambios físicos y mejoras en la salud. Como el Reiki ayuda a relajar profundamente el cuerpo, éste es capaz de producir más dopamina y serotonina, que fortalecen el sistema inmunológico."

Esto funciona mejor cuando se hace con cierta constancia, porque la vida nos bombardea constantemente con energías perturbadoras, estrés, pensamientos negativos y alteraciones emocionales.

"Estas cosas son inevitables", explica Yisbel. Es cierto: no estamos rotos.

"El problema es que no damos a nuestro cuerpo los recursos necesarios para eliminar la acumulación de estas energías de baja vibración. El trabajo energético retira las capas y callos que acumulamos y que nos alejan de nuestra vibración natural. Si eliminas esas capas con más frecuencia antes de que vuelvan a acumularse, el campo energético de tu cuerpo empieza a responder a esas energías más bajas de una manera diferente. Tu mundo interno empieza a cambiar y, en última instancia, también lo hace el externo".

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