Trucos digestivos para facilitar la digestión
Los problemas intestinales son tan frecuentes hoy en día que existen literalmente memes sobre este problema tan común. Y cuanto más aprendemos sobre el intestino, más clara se vuelve la importancia de la salud intestinal para nuestra salud en general.
Si los problemas digestivos -ya sea estreñimiento o todo lo contrario- controlan tu vida y dominan tus pensamientos y preocupaciones, merece la pena que pongas en práctica algunos rituales fáciles y energizantes. Desplázate hacia abajo para ver los trucos digestivos que puedes integrar en tu rutina diaria.
Antes de una comida tentadora, en lugar de pedir un cóctel o un refresco, bebe un poco de agua tibia con limón. El agua caliente ayuda a relajar el estómago, mientras que los ácidos del zumo de limón o del vinagre de sidra de manzana estimulan la secreción de ácido gástrico para preparar la deliciosa comida.
¿Qué comer en la noche para buena digestión? Movimientos de Yoga para Aliviar y Fortalecer la Digestión
Las papayas contienen una enzima llamada papaína que puede aumentar la motilidad digestiva y ayudar a la correcta asimilación de nutrientes. También es muy rica en fibra y agua, dos grandes ventajas para el estreñimiento.
Después de comer, en lugar de pedir otro cóctel -que puede sentar mal al estómago, tener un alto contenido en azúcar o provocar deshidratación, con el consiguiente estreñimiento-, opta por una refrescante soda con amargo. El amargo es un excelente tónico digestivo que asienta y prepara el estómago para la correcta asimilación y absorción de nutrientes.
A veces se produce una comida copiosa. No hace falta que salgas corriendo inmediatamente, pero después de 20-30 minutos más o menos, un paseo a paso ligero después de esa comida o cena copiosa puede aprovechar ese enorme pico de glucosa y ayudar a que la digestión se ponga en marcha para que no sufras gases, hinchazón o indigestión más tarde. Puede ser tentador echarse una siesta, pero en lugar de eso, cálzate las zapatillas y muévete un poco.
Es obvio, ¿verdad? Cuando tenemos hambre, puede resultar muy difícil concentrarse en macerar completamente la comida antes de tragar y engullir el siguiente bocado. Sin embargo, los estudios demuestran que masticar la comida durante más tiempo nos ayuda a ingerir menos alimentos y nos da más tiempo para sentirnos saciados. Además, cuanto más descompuesta esté la comida por la saliva y los dientes, más fácil le resultará al organismo digerirla.
El yoga es una herramienta increíble para nuestro cuerpo: es un entrenamiento eficaz y un estiramiento profundo, y ayuda al cuerpo a desintoxicarse. Cuando hacemos ciertas posturas, como las torsiones de la columna vertebral, es como un masaje para nuestros órganos intestinales y glándulas linfáticas a lo largo de la parte media del cuerpo y la cintura, lo que puede ayudar con problemas digestivos como dolor abdominal, gases, hinchazón y síndrome del intestino irritable.
Puede parecer un buen plan evitar cualquier ingesta calórica cuando sabes que vas a tomar una comida indulgente o rica en grasas más tarde, pero en realidad es terrible para la digestión. Haz comidas pequeñas y regulares a lo largo del día para mantener la digestión y el metabolismo en movimiento, y come una porción saludable y regular de tu comida indulgente más tarde. Pasar hambre y darse un atracón es demasiado duro para el sistema digestivo de una sola vez.
La mejor manera de permitir que nuestro intestino se restablezca totalmente es darle la noche libre. Comer y digerir desencadena una respuesta inflamatoria muy natural cuando el intestino entra en acción. Dejar pasar al menos tres horas entre la hora de la comida y el momento de acostarse a dormir es ideal para que el intestino se vacíe y se limpie adecuadamente para un nuevo día. Un sueño profundo y reparador también desempeña un papel importante en la digestión, y comer demasiado cerca de la hora de acostarse puede interrumpir el sueño.