7 razones por las que las inyecciones de aceite de oliva deberían formar parte de su ritual diario de salud

El AOVE reduce los niveles de colesterol LDL (malo) y aumenta los de colesterol HDL (bueno). También reduce la presión arterial sistólica. Este equilibrio reduce el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Seguir una dieta mediterránea rica en AOVE puede mejorar la microbiota intestinal.

Gracias a los antioxidantes y las grasas saludables del aceite de oliva, un intestino más sano se traduce en un sistema inmunitario más fuerte.

El AOVE se asocia a una mejora de la función cognitiva y a un menor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Las grasas saludables favorecen la función de las células cerebrales y la claridad mental en general.

Las vitaminas del aceite de oliva pueden nutrir la piel, mejorando su textura y aspecto. Beber aceite de oliva también puede proteger contra el daño oxidativo y el envejecimiento prematuro.

Se ha demostrado que el aceite de oliva mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Esto puede ser especialmente beneficioso para quienes padecen diabetes de tipo 2 o corren el riesgo de padecerla.

Se ha demostrado que el AOVE ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo de obesidad.

Para maximizar estos beneficios, Maryann recomienda "incorporar al menos entre media cucharada y una cucharada entera de aceite de oliva a la dieta diaria", citando un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. También advierte que no todos los aceites de oliva son iguales. "Algunos, sobre todo el aceite de oliva virgen extra (AOVE), están sobrecargados de componentes beneficiosos para la salud", afirma Walsh.

Proporciona una práctica lista de ingredientes que deberían figurar en la etiqueta de estos AOVEs sobrealimentados.

Hay tres polifenoles principales en el aceite de oliva.

• "El oleocanthal tiene potentes propiedades antiinflamatorias similares a las del ibuprofeno. Esto puede reducir la inflamación crónica y aliviar el dolor asociado a afecciones como la artritis.
• " El hidroxitirosol ayuda a proteger las células del daño oxidativo, favorece la salud cardiovascular y puede reducir el riesgo de diabetes mellitus.
• Por último, Maryann explica que la oleuropeína es el principal compuesto fenólico del AOVE. Tiene un efecto neuroprotector. "Este compuesto contribuye al sabor amargo del aceite de oliva de alta calidad y aporta beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos. Favorece la función inmunitaria y la salud del corazón".

Tu cara no es lo único que necesita antioxidantes. La vitamina E (tocoferol) "ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres", comparte Walsh. "Favorece la salud de la piel, mejora la función inmunitaria y puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas". Busca también carotenoides como la luteína y el betacaroteno. Estos "favorecen la salud ocular, protegen contra el estrés oxidativo y pueden reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer."

El ácido oleico influye significativamente en la calidad del aceite de oliva. Según Maryann, reduce la inflamación, mejora la salud del corazón al reducir los niveles de colesterol malo y aumenta los de colesterol bueno.

La vitamina K marca la pauta en lo que respecta a las vitaminas del AOVE. Maryann destaca que es "esencial para la coagulación de la sangre y la salud ósea, ayuda a mantener unos huesos fuertes y favorece la salud cardiovascular". Y añade: "Desempeña un papel crucial en el metabolismo del calcio, reduciendo el riesgo de fracturas óseas y osteoporosis."

A continuación encontrará algunos de nuestros aceites de oliva favoritos y los de Maryann, que le ayudarán a llevar el alimento básico mediterráneo a casa.

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