¿Cómo enseñe a mis hijos un sistema de sueño adecuado?
Este ensayo se basa en una conversación con Jessalyn Romney. Se ha editado para darle mayor extensión y claridad.
Cuando estaba embarazada de mi primer hijo, hace más de una década, todo el mundo me dijo que me preparara para no volver a dormir. Pero me negué a creer que no tenía otra opción que privarme del sueño como madre. Sabía que tenía que haber otra manera.
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Así que hice uno. Mi primer hijo dormía 12 horas a las 12 semanas. Los amigos se lo contaron a sus amigos y yo me pasé años enviando mensajes de texto a desconocidos sobre sus problemas de sueño. Aprendí que me encantaba transformar a las familias ayudándolas a dormir mejor. Vi cómo la gente pasaba de sentirse demasiado cansada y desesperada a deleitarse con la crianza de sus hijos porque estaban durmiendo lo que necesitaban.
Por eso me convertí en el Hada del Sueño. Desde entonces he desarrollado recursos para ayudar a los bebés y a las familias a dormir mejor, y he empezado a asesorar a las familias.
Todos los años veo a familias con pánico al horario de verano. El cambio de hora puede tener un gran impacto en el sueño de bebés y adultos. Puede parecer un cambio de vida, pero no tiene por qué serlo. Te prometo que hay una forma súper sencilla de manejar el horario de verano, incluso si no lo has planeado con antelación.
Ajusta el horario de sueño de tus hijos poco a poco
La mejor manera de ayudar a los bebés y a los niños pequeños a adaptarse al nuevo horario es ajustando su horario de sueño en pequeños incrementos. Esto permite que su cuerpo se adapte suavemente, sin cansarse demasiado.
Lo ideal es que este ajuste comience el miércoles anterior al horario de verano. Retrasa la hora de la siesta o la hora de acostarse de tu hijo unos minutos cada día. El domingo ya estará durmiendo a la hora prevista. Si no lo has planificado, no te preocupes. Utiliza el mismo método, pero empieza el domingo. Al final de la semana, volverá a tener una siesta y una hora de acostarse normales.
En el caso de los bebés, amplía su horario de sueño entre 10 y 15 minutos al día. Si tu hijo duerme normalmente la siesta a las 10 de la mañana, pero se frota los ojos a las 9, acuéstalo a las 9:10. Al día siguiente, hazlo a las 9:20, hasta que se haya adaptado a la siesta de las 10.
Los niños pequeños y los mayores pueden ajustar su sueño hasta 30 minutos sin cansarse demasiado. Esto significa que será un proceso más corto para ellos.
No te olvides de tu propio sueño
Siempre que tu hijo pase por una transición de sueño, habrá contratiempos. Y tú, como padre, necesitarás dormir más para afrontarlos. Así que no te olvides de dar prioridad a tus propias horas de sueño este fin de semana.
Los adultos no tienen que ser formales al respecto: sólo tienes que seguir las señales de tu cuerpo. Si normalmente te acuestas a las 9 de la noche y ahora estás cansado a las 8, no dudes en meterte en la cama antes. Si te quedas despierta porque sí, acabarás demasiado cansada. Como madre, me convierto en un monstruo cuando no duermo lo que necesito.
Ten paciencia
El cambio de hora es sólo un ajuste de una hora, pero los bebés pueden tardar entre siete y diez días en adaptarse. Si la transición no va bien, no tires la toalla. Sigue con el plan de ajustar poco a poco las horas de sueño y confía en que tu hijo se adaptará. Los bebés son resistentes y se adaptarán.
Sólo tenemos que darles tiempo.