Cuánto alcohol hay que beber para que debilite el sistema inmunitario

El sistema inmunitario es la forma en que el cuerpo se defiende de las infecciones -como las bacterias y los virus dañinos- y evita que se enferme. Pero, al igual que un músculo, el sistema inmunitario puede debilitarse y dejar de protegerte contra las infecciones.

Los hábitos saludables, como mantenerse activo, seguir una dieta equilibrada y dormir lo suficiente, pueden mantener fuerte el sistema inmunitario. Pero los factores poco saludables, como el estrés, el tabaquismo o el consumo de alcohol, pueden ser una carga para el sistema inmunitario y dificultar la lucha contra las infecciones.

Esto es lo que debes saber sobre cómo el alcohol afecta a tu sistema inmunitario.

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Según la Clínica Mayo, el consumo excesivo de alcohol debilita el sistema inmunitario y aumenta la propensión a enfermar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen el consumo excesivo de alcohol como:

• Consumo excesivo de alcohol: ocho o más bebidas a la semana para las mujeres, y 15 o más bebidas a la semana para los hombres
• Beber en exceso: cuatro o más bebidas en dos o tres horas para las mujeres; cinco o más bebidas en ese mismo periodo de tiempo para los hombres
• Beber durante el embarazo o antes de la edad legal de 21 años

El alcohol altera la composición del microbioma intestinal -que alberga billones de microorganismos que desempeñan varias funciones cruciales para la salud- y afecta a la capacidad de esos microorganismos para reforzar el sistema inmunitario. Parece que el consumo de alcohol también puede dañar las células inmunitarias que recubren los intestinos y que sirven como primera línea de defensa contra las bacterias y los virus.

"Al dañar esas células del intestino, puede facilitar que los patógenos pasen al torrente sanguíneo", dice el doctor Nate Favini, jefe médico de Forward, una consulta de atención primaria preventiva. Es decir, al beber demasiado, disminuyes los mecanismos de defensa de tu cuerpo para combatir un resfriado, un virus u otras infecciones bacterianas o virales.

Y no es sólo que tengas más probabilidades de resfriarte: el consumo excesivo de alcohol está relacionado con la neumonía y otras enfermedades pulmonares. También puede provocar una amplia gama de problemas de salud, como hipertensión arterial y enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas y un mayor riesgo de cáncer.

"Beber alcohol en grandes cantidades, incluso durante un corto periodo de tiempo -como un atracón- puede ser malo para la salud y el sistema inmunitario", dice Favini.

Por ejemplo, un estudio de 2015 publicado en la revista Alcohol descubrió que las borracheras pueden reducir los glóbulos blancos que combaten las infecciones, conocidos como monocitos, en las horas posteriores al pico de intoxicación, lo que básicamente debilita el sistema inmunitario.

Según Favini, una cantidad moderada de alcohol -una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres, según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses- es generalmente segura para las personas con buena salud y es poco probable que tenga un efecto negativo en su sistema inmunitario.

"Todo lo que supere esa cifra, independientemente del periodo de tiempo, es exponer el cuerpo a más alcohol del ideal", dice Favini.

Además, algunas personas no deberían beber en absoluto, según las Guías Alimentarias. Esto incluye a las personas que están embarazadas, tienen un trastorno por abuso de alcohol o están tomando medicamentos que interactúan con el alcohol. Ciertas condiciones también hacen que el alcohol sea problemático, dice Favini.

"Cualquier persona con afecciones hepáticas crónicas debería evitar el alcohol, por ejemplo, las personas con hepatitis, enfermedad del hígado graso no alcohólico, inflamación del hígado, y cualquier afección que pudiera afectar a la función hepática sería una razón para evitar el alcohol", señala Favini.

En general, evita beber más que cantidades moderadas si quieres que tu sistema inmunitario esté en buena forma, dice Favini. Y si sientes que te vas a contagiar de algo o estás enfermo, no bebas. El alcohol no sólo reduce la fuerza de tu sistema inmunitario, sino que también tiene un efecto deshidratante.

"Cuando te sientes agotado o como si fueras a enfermar, quieres estar bien hidratado para que todas las células de tu cuerpo tengan suficiente líquido y puedan trabajar realmente bien", dice Favini. "No quieres estar deshidratado cuando estás luchando contra una infección".