Esta herramienta de comunicación ayudó a mi relación a salir del estancamiento
Durante una reciente reposición de The OC, me encontré a mí mismo gritando: "¡HABLA CON ELLOS EN VEZ DE HACER UNA SUPOSICIÓN, OMFG! Los malentendidos y la falta de comunicación parecen ser las fuerzas motrices de casi el 70% de los conflictos de la serie.
La comunicación es la clave, tontos.
Obviamente, es mucho más fácil dar estos consejos a personas ficticias que ver dónde pueden ser relevantes en mi propia vida. Como, por ejemplo, que el estrés de la planificación de la boda estaba provocando muchas más peleas con mi prometido.
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Aunque mi prometido y yo somos bastante parecidos cuando discutimos (tercos, escuchamos para responder, necesitamos decir la última palabra, etc.), hay un aspecto en el que somos muy diferentes. Yo tengo ansiedad, lo que hace que me cueste poner un punto final a las cosas. Quiero discutir hasta que haya una resolución. Mi prometido, en cambio, necesita tiempo para calmarse.
Todo esto para decir que nuestras discusiones solían ser bastante improductivas y nos dejaban a los dos peor.
Así que tomamos la decisión consciente de encontrar una forma mejor de comunicarnos.
Entra: LARA.
¿Qué es LARA?
LARA es una herramienta de comunicación que significa Escuchar, Afirmar, Responder, Añadir Información.
He aquí una visión general:
Escuche
Escuche con la intención de entender, no de responder (¡no interrumpa!). Presta atención a lo que quieren decir, no sólo a lo que dicen.
Afirma
Afirma los sentimientos del interlocutor. Este paso crea un terreno común y les ayuda a sentirse escuchados. Algunos ejemplos:
- "Lo que te oigo decir es..."
- "Percibo que te sientes...".
Responder
Utiliza los enunciados "yo" para responder honestamente a las preocupaciones del interlocutor sin etiquetar ni atacar.
Haz preguntas/añade información
Si tienes alguna pregunta para el orador, este es el momento de hacérsela. Haz preguntas abiertas y recuerda escuchar activamente cuando te respondan.
Mi prometido y yo nos turnamos y lo repasamos todo antes de cambiar los papeles. Al final, nos gusta decir una cosa que apreciamos el uno del otro (técnicamente no forma parte del método, pero es una forma muy agradable de cerrar la conversación).
Cómo ha ayudado este método a mi relación
Por supuesto, no puedo hablar por mi prometido, pero he aquí algunas cosas que he notado:
1. Crea un entorno en el que sé que me van a escuchar. Mi prometido y yo tendíamos a hablar por encima del otro, lo que nos frustraba e invalidaba a ambos.
2. Me ha ayudado a reconocer los sentimientos subyacentes a nuestras discusiones y cómo contribuyen a que éstas se intensifiquen. Por ejemplo, me siento muy frustrada cuando me siento incomprendida o no escuchada, lo que contribuye a mi incapacidad para alejarme y calmarme.
3. Cada vez sé tomarme un respiro cuando las cosas van a más. Hacemos planes para hacer estas comprobaciones, lo que me ayuda a sentirme más segura porque sé que el problema no se va a esconder bajo la alfombra ni se va a olvidar.
4. Ambos nos hemos vuelto más empáticos. Es muy difícil abordar una situación con empatía cuando sientes que te han hecho daño. Practicar la empatía con este método me ha ayudado a darme cuenta de que la empatía no significa que estés de acuerdo con la otra persona o que digas que tiene razón.
5. Nos ha acercado más. Mejor comunicación = mejores vibraciones = más intimidad (¡y sexo!).