Formas de ser coherente con una alimentación más sana
En mi consulta, me encuentro con que cuando la gente emprende la transformación de sus hábitos alimenticios, a menudo prueban una dieta, se frustran y luego vuelven a sus rutinas originales. En primer lugar, esto es totalmente normal, pero también puede ser realmente frustrante y honestamente no hará mucho por su salud. En lugar de probar dietas de moda, el objetivo puede ser desarrollar hábitos alimentarios saludables que te hagan sentir bien y que puedas incorporar fácilmente a tu estilo de vida durante mucho tiempo.
He aquí algunas formas de mantener el rumbo de una alimentación más saludable.
Concéntrese en lo positivo - A menudo, cuando la gente intenta cambiar sus hábitos alimentarios, se centra en lo que debe abandonar. Centrarse en lo negativo puede hacer que te sientas mal contigo mismo. Intente pensar en todos los alimentos hermosos y robustos que puede comer. Piensa en lo bien que te hacen sentir tus nuevos hábitos alimenticios y celébrate por haber tomado la iniciativa de transformar tu salud. No tienes que negarte ningún alimento (a menos que tengas una alergia o una enfermedad). En cambio, el objetivo puede ser hacer que tu dieta esté llena de alimentos saludables y vibrantes, con algún que otro capricho. Una vez que comience a comer de esta manera, es probable que empiece a consumir cada vez menos alimentos azucarados o procesados.
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Empiece poco a poco: en lugar de intentar hacer una revisión completa de sus hábitos alimentarios de una sola vez, empiece por hacer cambios pequeños y manejables. Una vez que un nuevo hábito se haya convertido en parte de su rutina diaria sin tener que pensar en ello, podrá adoptar más prácticas nuevas. Asumir un objetivo demasiado grande desde el principio es exponerse a la frustración. Una idea para hacerlo sería empezar con un pequeño objetivo alimentario como "comer verduras en cada comida" o "beber una onza de agua por cada kilo de mi peso corporal cada día". También me encantan los resets. Puedes empezar con un breve restablecimiento en el que te centres en las verduras, las proteínas saludables y los cereales integrales durante uno o tres días, sin presiones ni juicios, y simplemente notar cómo te hace sentir esta forma de comer.
Encuentra alimentos que te gusten: si odias la col rizada, no la comas. Hay tantas frutas y verduras maravillosas, deliciosas, vibrantes y saludables que pueden hacerte sentir muy bien. Un plan de salud sostenible es aquel que te entusiasma, encontrando alimentos saludables que te gustan y te dan alegría. Prueba muchos alimentos nuevos y quédate con lo que te hace feliz.
Define tu por qué - Te animo a crear un objetivo alimentario que vaya más allá de "perder peso" o "tener buen aspecto". Al igual que con todos los objetivos, será mucho más probable que los consigas si tienes una razón detrás que sea realmente significativa para ti. Algunos ejemplos de objetivos que pueden inspirarte a realizar un cambio duradero incluyen estar sano para pasar más tiempo de calidad con tu familia, comer limpio para tener la mente despejada y lograr el éxito en tu negocio, o acumular la energía y la fuerza para emprender un objetivo deportivo.
Practica la atención plena - La alimentación consciente te ayuda a sintonizar con una conexión más profunda con la comida y puede ayudarte a formar hábitos más saludables a largo plazo. Cuanto más pienses y aprecies la relación de los alimentos con tu cuerpo, más buscarás opciones estimulantes. Para comer con atención, siéntate a comer sin teléfonos, trabajo o pantallas. Mientras comes, tómate el tiempo para notar realmente cada sabor y encontrar la alegría en la experiencia de comer. Por último, puedes agradecer que la comida se convierta en energía en tu cuerpo, permitiéndote hacer todas las cosas que te gustan.
No te rindas - Veo que muchas personas cometen deslices en una dieta prescrita, sienten que han fracasado y se rinden. En mi consulta, sugiero que la gente no dé demasiada importancia a estos deslices. Lo que ha ocurrido ha sucedido, y no te servirá de nada castigarte por haber comido un "alimento malo" o una comida indulgente. En su lugar, concéntrese en el presente: ¿qué cambios puede hacer en su próxima comida? Simplemente vuelva a ponerse en marcha con sus hábitos alimenticios saludables.
Los hábitos alimentarios saludables comienzan con una mentalidad saludable. Antes de cambiar tu forma de comer, intenta cambiar tu forma de pensar y de relacionarte con la comida. Comer es una experiencia vital, y puede ser mucho más fácil adoptar hábitos alimentarios saludables si piensas en la comida con alegría y aprecio.