Señales de que es hora de dejar de esmaltar las uñas

Las fórmulas de los esmaltes de uñas han ido cambiando y evolucionando durante miles de años. Literalmente. El primer uso conocido de lo que podría considerarse esmalte de uñas se remonta a Babilonia, hacia el año 3200 a.C., época en la que se cree que el color de la laca de uñas utilizada podía significar clase social. Al parecer, las uñas negras estaban relegadas a las clases más altas, mientras que las de las clases más bajas se pintaban las uñas de verde (vía Byrdie). En el año 3000 a.C., la gente de China utilizaba el color de las uñas como signo de rango de clase y dinastía, y en la época en que Cleopatra gobernaba Egipto, ya se utilizaba la henna como color de uñas. ¿El color elegido por Cleopatra? El rojo.

Pero si nos remontamos a tiempos más modernos, la laca de uñas se fabrica con menos ingredientes naturales que antes. En 1925, Cutex creó lo que aún hoy reconoceríamos como el primer esmalte de uñas líquido de la historia, y más tarde, en esa misma década, la maquilladora Michelle Menard se puso manos a la obra para crear un esmalte de uñas brillante que se pareciera a la llamativa pintura brillante que se utiliza en los coches. Lo consiguió, y en 1932 ya había fundado su ahora famosa marca, que sigue vendiendo innumerables colores y fórmulas de esmaltes de uñas: Revlon.

Hoy en día, tenemos de todo, desde esmaltes de gel hasta tiras de esmalte que se despegan y se adhieren, pero hay algo que no cambia: independientemente de la fórmula que utilices, es probable que en algún momento tus uñas necesiten un descanso del esmalte por su propia salud. He aquí algunas señales de que es hora de tomarse un respiro.

¿Cuál es la forma correcta de esmaltar las uñas? ¿Necesito terapia? 14 señales de que es hora de hablar

Color que no se quita

Podría decirse que lo que hace que sigamos usando esmaltes de uñas, independientemente de su fórmula, es la magnífica gama de colores que nos permite expresarnos de innumerables maneras. Pero la intención siempre es que ese color sea temporal. Cuando estamos listas para cambiar de color, solemos limpiar el tono de la semana pasada con un disco de algodón y un poco de quitaesmalte de acetona, pero aun así, puede quedar algo de ese color.

La mayoría de las que utilizamos esmalte líquido con regularidad sabemos que la regla fundamental es utilizar siempre una capa de base antes de aplicar el color, tanto para ayudar a que el esmalte de color dure más como para proteger nuestras uñas de las manchas. Por desgracia, aunque sigamos esta regla, algunos colores y fórmulas de esmalte son tan intensos que se manchan de todos modos. Estas manchas significan que algunos de los ingredientes del esmalte se han filtrado en la propia uña. Dado que muchos de estos ingredientes son de naturaleza química, si notas que tus uñas se manchan o se decoloran, es un buen momento para dejar de usar esmalte durante unas semanas.

Descamación

La descamación es otra señal importante de que tus uñas necesitan un descanso del esmalte (vía Allure). A veces, cuando el esmalte líquido se descascarilla o se desprende, se lleva consigo una capa de la uña. Las tiras de esmalte adhesivas pueden hacer lo mismo. Pero aunque tengas mucho cuidado al quitarte el esmalte y no se te astille ni se te despegue la uña al hacerlo, el desgaste que puede provocar el uso constante de esmalte con el paso del tiempo hace que las uñas se despeguen por sí solas.

Si después de varias manicuras seguidas notas que tus uñas se están pelando o que la capa superior de la uña parece despegarse del resto, deberías tomarte un descanso del esmalte durante un tiempo. Dejar que tus uñas tomen el aire suficiente debería ayudar, y también podrías considerar usar un aceite para cutículas o una crema hidratante fortalecedora y nutritiva en tus uñas desnudas hasta que parezcan más sanas y felices de nuevo (vía Byrdie).

También hay que tener en cuenta que las deficiencias nutricionales pueden provocar la descamación de las uñas, por lo que si no utilizas esmalte con regularidad pero sigues notando que se te descaman, asegúrate de que ingieres todos los nutrientes esenciales.

Uñas débiles y quebradizas

Las uñas débiles y quebradizas son otra señal de que puede haber llegado el momento de dejar el esmalte durante un tiempo. Todos los esmaltes, ya sean líquidos, de gel o de otro tipo, contienen ingredientes que eliminan la humedad del lecho ungueal. Cuando el esmalte permanece durante mucho tiempo y luego se aplica otro de inmediato, las uñas no tienen la oportunidad de recuperarse y restablecer su equilibrio natural de hidratación (vía Prevention).

Por lo tanto, si eres una usuaria empedernida de esmaltes y has notado, al quitarte el último esmalte, que tus uñas están secas, quebradizas y débiles, es un buen momento para darles tiempo a que se recuperen. El uso regular de lociones hidratantes, aceite para cutículas o fortalecedor de uñas puede ayudar en este caso. Y de nuevo, es un buen momento para asegurarse de que no hay ningún otro factor que contribuya a la debilidad de sus uñas, asegurándose de que está recibiendo una gama completa de nutrientes.

Otro consejo para prevenir las uñas débiles y quebradizas cuando se utiliza esmalte es evitar desbastar demasiado las uñas antes de la aplicación del esmalte. Aunque desbastar un poco el lecho ungueal ayuda a que el esmalte se adhiera mejor, hacerlo repetidamente puede debilitar la uña y dejarla más vulnerable a los agentes secantes y otros daños.

Algunos esmaltes son más seguros que otros

Aunque es importante tomarse un descanso de vez en cuando sin importar el tipo de esmalte que utilices, también es bueno saber qué tipos de manicura son más perjudiciales que otros.

En lo que respecta a los esmaltes líquidos, algunas fórmulas son más respetuosas con la salud de las uñas que otras. "Lo mejor es leer la etiqueta antes de usarlos", explica a Today la dermatóloga Dra. Sonia Batra, "ya que las distintas marcas de esmaltes de uñas contienen una serie de sustancias químicas potencialmente tóxicas e irritantes, como alcohol, diversas fragancias, tolueno, formaldehído y ftalato de dibutilo".

Por su parte, las manicuras de gel que necesitan remojo y las manicuras en polvo son más perjudiciales para las uñas naturales que los esmaltes líquidos. Por eso, si prefieres estos tipos de esmalte, lo mejor es que hagas pausas más largas y frecuentes entre manicuras para garantizar la salud de tus uñas y evitar algunos de los daños que hemos mencionado anteriormente.

Cómo devolver la salud a tus uñas

Una vez que hayas decidido tomarte un pequeño descanso del esmalte de uñas, hay algunas medidas que puedes tomar para ayudar a tus uñas a aprovechar al máximo su tiempo desnudas y libres. Allure recomienda utilizar un aceite hidratante de uñas a diario, así como un aceite para cutículas. Es importante resistirse a arrancarse las uñas o cutículas secas o quebradizas, ya que esto puede causar más daños. Además, si te muerdes las uñas, estos aceites pueden hacer que tus dedos sean menos apetecibles. Después de todo, arrancarse y morderse las uñas no sólo causa daños, sino que también puede ser una puerta a la infección si se rompe la piel alrededor de las uñas.

Asegúrate de ingerir nutrientes completos y de incluir en tu dieta alimentos como la vitamina E y grasas saludables, ya que ayudar a la piel y las uñas a sanar desde el interior es algo muy importante.

Evita también los jabones y productos de limpieza agresivos. Si vas a limpiar la cocina o el baño, asegúrate de llevar guantes protectores para que los detergentes y aerosoles no dañen más las uñas y la piel mientras se curan y recuperan.