¿Sientes la presión de la cultura del ligue? Cómo afrontarla
Vivimos en un mundo cada vez más positivo desde el punto de vista sexual, en el que por fin se reconoce que el sexo es una parte fundamental de la buena salud. El espacio del bienestar sexual es una prueba de ello.
Este cambio ha contribuido a liberar a las personas, permitiéndoles deshacerse de algunos de los estigmas y vergüenzas asociados a la sexualidad. Hay muchos aspectos positivos, pero también me he dado cuenta de que estas nuevas actitudes plantean sus propios retos, especialmente cuando se trata de entender y establecer límites sexuales.
Crecer con vergüenza y ansiedad en torno al sexo puede influir en la forma en que una persona desarrolla su sentido sexual de sí misma, lo que incluye los límites sexuales. En una sociedad sexualmente liberada, esta falta de conciencia interna puede llevar a la confusión sobre lo que se ajusta a los deseos y límites personales de una persona.
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Aunque es posible que la gente no haya relacionado ambas cosas, creo que para aprovechar este cambio cultural sexualmente positivo, los límites son una parte necesaria del viaje. Los límites sexuales están entrelazados con la liberación sexual. No se trata sólo de tener más sexo. Se trata de estar capacitado para tomar decisiones que profundicen la conexión con tu yo sexual.
Los vestigios de la cultura de la burla de las pollas de los años 2000, junto con la presión imperante por las citas ocasionales, han creado un panorama sexual confuso y a veces perjudicial para las personas solteras. Esta narrativa puede empujar a la gente -especialmente a las mujeres y a quienes han sido socializadas como mujeres- a aceptar experiencias sexuales por miedo a ser tachadas de mojigatas o provocadoras. Puede dar miedo declarar que quieres ir despacio o conocer primero a la otra persona.
Cuando abrí este tema en mis redes sociales, recibí una respuesta abrumadora de personas que decían sentir esa presión y que les avergonzaba decir que querían facilitar las cosas. También es algo que surge a menudo en mis sesiones de terapia sexual. La gente lo siente y no se habla lo suficiente de ello.
Si has sentido la presión de ligar en tu vida sentimental, esto te recordará que no sólo está bien poner límites, sino que también es sexy.
Establecer y comunicar límites es esencial para una vida sexual sana y satisfactoria. Ayuda a tu futura pareja sexual a entenderte mejor, lo que conduce a una conexión más profunda. Los límites también te permiten centrarte en el flirteo y los preliminares mentales que tienen lugar al principio de una nueva relación: el contacto visual, el roce de los brazos, el beso al final de la cita... todo lo bueno. Algunos incluso dicen que esta es su parte favorita de las citas.
Además, crear expectación a través del flirteo y los juegos preliminares puede ser muy excitante porque aumenta el deseo. Y cuanto más deseo tengas de una experiencia sexual, más satisfactoria será (normalmente) cuando finalmente la tengas.
Moraleja: Si quieres esperar, hazles esperar.
