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#TweenTalks: Cómo hablar con tus hijos sobre el consentimiento

#TweenTalks: Cómo hablar con tus hijos sobre el consentimiento

Bienvenidos a #TweenTalks, una franquicia semanal de la comunidad de padres de Grazia, The Juggle (@TheJuggleUK en Instagram) en la que hablamos con expertos sobre cómo abordar temas delicados con tus hijos en edad preadolescente. Esta semana, la consultora en igualdad de género y autora de Childhood Unlimited: Parenting Beyond the Gender Bias, Virginia Mendez explica cómo abordar el tema del consentimiento de una forma sencilla y adecuada a la edad.

Si soy sincera, cuando me enteré de que iba a tener a mi hijo, estaba aterrorizada. Criarlo en el clima actual me parecía una gran responsabilidad. Por un lado, quería criarlo más allá de las limitaciones de género y dejarle explorar su personalidad fuera de los estereotipos. Por otro, quería que comprendiera la responsabilidad de ser un niño, y luego un hombre, en esta sociedad concreta. Me prometí a mí mismo que él iba a entender el consentimiento de la misma forma que yo desearía que lo entendieran todos los hombres. Estaba decidido a cambiar el mundo para él, pero también con él.

Cuando nació mi hija, 19 meses después, el consentimiento se convirtió en un tema aún más importante para mí. Llegué a escribir un libro sobre el tema y ahora paso gran parte de mi tiempo en los colegios tratando el tema con niños y adolescentes. Como todas las lecciones de la vida, el consentimiento no es algo que pueda enseñarse en un día, no se trata de memorizar reglas. Se trata de una conversación continua sobre cómo estar en sintonía con los límites de los demás y con los nuestros propios. Se trata de ser consciente de los límites de cada uno y respetarlos.

Las conversaciones sobre el consentimiento pueden empezar antes de que los niños sepan andar. Cuando mis dos hijos eran pequeños jugábamos a hacerles cosquillas. Les hacía cosquillas y, cuando me pedían que parara, levantaba las manos y les decía: "Mira, has dicho que parara y yo he parado", ¡para volver a empezar 30 segundos después! Hablar del consentimiento no tiene por qué ser algo serio, hay muchas maneras de abordarlo de forma adecuada a la edad. Mi consejo es que empieces pronto, o que empieces ahora.

Modela el consentimiento en la vida cotidiana

Las conversaciones en torno al consentimiento son esenciales, pero modelarlo en la vida cotidiana es aún más importante. Los niños aprenden observando. Por eso, respetar en voz alta los límites personales en tus interacciones tiene un gran impacto y es una forma estupenda de concienciarlos.

Una forma fácil de empezar es preguntar a tu hijo si le gustaría que le abrazaras, en lugar de hacerlo sin más. Sé que puede resultar extraño y que no tienes por qué hacerlo cada vez que le abraces, pero es muy valioso que te oiga preguntar y que vea que aceptas su respuesta. Para ellos puede ser motivador entender que hay una opción y que esa opción se respeta. A menudo hago preguntas lúdicas como: "¿Crees que habría estado bien que te ofreciera algo a cambio del abrazo?" o "¿Cómo te habrías sentido si te hubiera dicho que si no me dabas un abrazo, lloraría?" A los niños les encantan esos momentos en los que se les escucha mientras descubren cosas y llegan a sus propias conclusiones.

Funciona en ambos sentidos

Es importante que los niños entiendan sus límites y cómo expresarlos, protegerlos y mantenerlos. Pero también es importante demostrarles que esto funciona en ambos sentidos, que "No" es una frase completa y que nadie les debe nada, solo porque ellos lo quieran de verdad, de verdad.

Del mismo modo que puedes servir de modelo para pedirles un abrazo y respetar ese "no", también puedes ser tú quien diga que no y se mantenga firme. Tanto si insisten en saltarse tu canción para ponerse su favorita como si te piden las últimas patatas fritas, estas ocurrencias cotidianas son una gran oportunidad para que vean cómo en las relaciones sanas todo el mundo tiene que sentirse cómodo diciendo que no. Y por qué, tenemos que respetar las respuestas de los demás. Preparar a nuestros hijos para ser rechazados, para sentirse frustrados, para tener que aceptar las decisiones de otras personas es mucho más fácil en el contexto del amor incondicional y la seguridad de la familia. No podremos concederles una vida de "sí" y por eso es bueno dotarles de las herramientas que necesitan para sortear la decepción.

Empieza con algo sencillo, pero deja que la conversación crezca con ellos

Los preadolescentes se encuentran en una etapa crucial, son más conscientes de sus sentimientos y de los de los demás. Aprovecha esta conciencia e introduce debates más matizados sobre el consentimiento. Explícales que el consentimiento no consiste solo en decir "sí" o "no". En la vida real, aceptar hacer algo puede estar lleno de complejidades, ya sea por miedo a ofender a alguien o a que se rían de uno, no siempre es sencillo. A veces ni siquiera nos damos cuenta de que podemos decir que no.

Me parece que las historias cercanas, en primera persona, en las que pueden verse a sí mismos en el papel de todas las personas implicadas, son las mejores formas de explicarlo. Así, por ejemplo:

¿Sabes que a papá le encanta traer el frisbee cuando vamos de paseo y quiere que juguemos todos? ¿Y sabes que la mayoría de las veces le digo que no porque no me gusta jugar? Antes decía que sí porque no quería ponerle triste, pero eso me enfadaba con él y conmigo misma porque realmente no quería jugar. Ahora, él se ofrece pero sabe que no debe insistir y yo me siento muy cómoda diciendo que no y los días que decido jugar, sin presiones, lo disfruto".

Habla también de las veces en las que te arrepientes de no haber facilitado que los demás dijeran que no.

Como aquella vez que les dijiste que abrazaran a ese pariente lejano, o que arrastraste a tu amigo a la fiesta a la que no quería ir. Tienen que ver que en una relación consensuada hay dos partes y que tenemos que aprender y ser conscientes de ambas. Es una gran oportunidad para demostrarles que has aprendido de ello, que te has disculpado y que lo has utilizado para mejorar.

Mantén la conversación

El consentimiento, al igual que la empatía, la confianza, la resiliencia o cualquier otro de los pilares sobre los que queremos que nuestros hijos construyan su vida, no se aborda una sola vez y luego se olvida. Crea un espacio en el que tu hijo se sienta seguro para hacer preguntas y expresar lo que piensa. Preguntas abiertas como "¿Cómo te sientes cuando alguien coge tus cosas sin preguntar?" evolucionarán naturalmente con ellos hacia "¿Qué harías si alguien no te escuchara cuando dices que no?" o "¿Cómo sabes si alguien con quien estás quiere que le beses o le abraces?" Estas conversaciones ayudan a normalizar el consentimiento como parte de la vida cotidiana en lugar de como algo incómodo o tabú.

Si su hijo sobrepasa los límites de alguien o le cuesta decir que no, aproveche el momento para enseñarle.

¡Somos humanos! Todos nosotros. Por eso también es importante hablar de que todos cometemos errores. Que aprender es un proceso y que nosotros, como adultos, también seguimos aprendiendo. Si tu hijo sobrepasa los límites de alguien o le cuesta decir que no, aprovéchalo como un momento de enseñanza. Refuérzale que no pasa nada por cometer errores, siempre que aprenda de ellos. Para nosotros, es más fácil corregirles ahora, cuando son más pequeños y los temas son menos difíciles, que preocuparnos por si "lo han hecho bien" cuando se añaden a la ecuación las bebidas, el sexo, las drogas, las redes sociales y otros aspectos más complicados.

Empodérales con un lenguaje claro y sencillo

Por último, asegúrate de que entienden que el consentimiento es algo que todo el mundo debe dar libremente, sin sentirse presionado ni obligado. Si están familiarizados con el concepto de consentimiento, les resultará mucho más fácil reforzarlo cuando empiecen a salir y a desenvolverse en situaciones sociales mucho más complejas.

Todo el mundo debería saber que sólo un "Sí" entusiasta significa "Sí" (tanto la persona que lo dice como la que lo oye). Piensa en cuántas situaciones has vivido en las que tu "No" ha sido desestimado; situaciones en las que otros pensaban que estaba bien seguir insistiendo y las veces en las que otros se sentían con derecho a un sí. Queremos que esta generación lo sepa y lo haga mejor. Este es nuestro regalo para ellos. Empezando pronto, empezando ahora, les estamos dotando de las herramientas necesarias para entender y manejar el consentimiento.

Acerca de la experta: Virginia Méndez

Virginia es escritora y consultora y formadora en igualdad de género. Es autora de Childhood Unlimited: Parenting Beyond the Gender Bias y del boletín semanal del mismo nombre. Sus otros libros incluyen la serie infantil Mika & Lolo, el segundo de los cuales se centra en el consentimiento. Originaria de España, reside actualmente en el Reino Unido, donde vive con su marido y sus dos hijos.

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